jueves, 23 de febrero de 2012

United Colors of Benetton

¡Hola a todos!

Bueno, llevaba un tiempo sin actualizar el blog, con eso de que ya no cambio de fondo en Twitter todas las semanas… el caso es que aunque parezca mentira lo que yo hago durante el año es estudiar publicidad. Este cuatrimestre tengo una asignatura que me está haciendo reflexionar bastante sobre lo que a veces hacen las empresas en lo que nosotros llamamos publicidad de imagen.

Sin liarme mucho, el caso es que… hay publicidad que choca. ¿O no?







Estas imágenes forman parte de una campaña mundial de la empresa United Colors of Benetton, en contra del odio, llamada "Unhate"; y digo que forma parte, porque la campaña resulta enorme, más allá de las fotos, puedes encontrar acciones en diferentes ciudades de todo el mundo, un vídeo al respecto, eventos en París, una lista con los tweets sobre el tema y hasta tu propio muro donde colgar tu beso. Si tú también te has quedado “ojiplatico” (con los ojos como platos) entenderás mi duda razonable al plantear qué hace una marca de ropa promoviendo el no odio, muy marcado por el odio homosexual. Bueno, ahí es donde viene todo dilema, ¿es ético que una marca de ropa mundial haga campañas de este tipo? La respuesta obvia es ¿por qué no?


Tal vez es mi mente perversa la que habla ahora mismo, pero no es menos cierto lo que voy a decir. No es ético del todo desde mi punto de vista cuando hablamos de millones ganados vendiendo "no odio". Jugar a que somos responsables y de paso vender alguna camiseta. 
La duda razonable sobre cuáles son los objetivos de esta campaña deben estar siempre en nuestras mentes. No voy a decir que no resulte un tema importante, que no haya que tratar, pero ¿de verdad era necesaria la campaña? Siendo sinceros, ¿hoy en día compras en Benetton (si es que compras) por la ropa o por la imagen de la empresa? 

La verdad es que no he tenido que investigar mucho para encontrar una página, Mapuche, dedicada a contar que en Argentina se dedican a echar a gente de sus tierras para criar ovejas, producir lana y abastecer la empresa. 

Parece que cuando vemos una campaña de este tipo, se nos olvida que la gente que está detrás son lobos disfrazados de ovejas.

No nos equivoquemos, el que hizo esto es un genio, idolatrado por todos los publicistas del mundo, porque todos queremos crear algo tan espectacular que haga que la gente se gire, que todos hablen de lo que hemos hecho, que venda. Si hay alguien que critique todas las campañas de esta empresa por lo "malas" que cree que son es solo porque él no lo ha conseguido, si alguna empresa se queja, es porque no es ella la que lo ha hecho. 
Pero, ¿hasta dónde se llega o se debería llegar (éticamente, claro), para conseguir beneficios para nuestro cliente?  Acordándonos de que para nosotros, el cliente es el lobo.  

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