¡Hola a todo el mundo!
La verdad es que no tenía pensado volver a escribir hasta después de exámenes, cuando tuviese más tiempo... pero este fin de semana ha estado movidito, al menos, el viernes. Llevaba días escuchando susurros de una revolución en España. Ni siquiera sabía que el tema había llegado a Bilbao, pero una vez sabido, solo podía unirme. Aunque es verdad que estar con exámenes me tiraba, y mucho, para atrás, no podía dejar de sentir que estaba siendo demasiado dejada o vaga como para levantarme y alzar, junto a mucha más gente, la voz. He de decir, que por primera vez.
No pude desaprovechar la oportunidad para sacar la cámara de casa. Y si bien la última vez me sentí frustrada con lo que hice, esta vez me siento emocionada. Cada una de las imágenes que saqué significan algo para alguien, no solo para mí. Y si es verdad que cada foto que hago es parte de mi, de mi visión del mundo, estas fotos son parte de muchísima gente que se reunió en la Asamblea del Arriaga a las 8 de la tarde... para escuchar lo que mucha gente piensa, para aplaudir e incluso algunos, para llorar por darse cuenta de que lo que se oye es tan solo la verdad.
Si tengo que decir que según pasaban las horas, la cosa decaía, tampoco puedo negar que según pasaba el tiempo yo estaba más cansada y a la vez, un poco menos motivada. No pude escuchar todo lo que la gente tenía que decir y una vez allí, poco o nada se parecía con lo que en mi cabeza había. Pero lo que más me hizo pensar fue un amigo que andaba por allí y con el que estuve de charleta. Si bien nunca lo había pensado, él me dijo que llevaba allí desde que empezaron, cuando todavía eran 40, donde todo se decidía a mano alzada y las cosas eran elegidas entre todos. Esa noche, decía, no estaba siendo igual, y ya solo un par de personas decidían por el resto. Me dijo que no pensaba volver después de esa noche, porque llevaba días escuchando lo que la gente decía, pero todavía no había escuchado ninguna solución. Muy sabio, estudiante de sociología tenía que ser, me explicó como creía que tenía que cambiar todo (yo no lo cuento, porque esto se alargaría mucho, pero me pareció una grandísima idea). Yo al final me rendí para las 4, cuando me fui rumbo a casa de Ceci.
Bueno, quiero decir que aunque acabase marchándome, yo sigo creyendo en que la gente debe manifestar su enfado, debe salir a la calle y gritar que no está contenta. Pero creo que a partir de ahora, el objetivo de todos, no debería ser decir que hay que cambiar, sino empezar a buscar la forma de cambiar lo que está mal, realmente mal.
Puede que se me haya ido el santo al cielo y haya acabado hablando de más, porque en realidad esto va de fotografía, pero... creo que esta vez, todo está demasiado unido como para no posicionarme en algún sitio.
¡Un saludo a todos!
#acampadabilbao #spanishrevolution
